Su objetivo es la de proteger contra todo tipo de hongos e insectos. Generalmente, existen dos tipos de agentes de degradación de la madera:
– Los agentes abióticos. La humedad, la luz del sol, los cambios bruscos de temperatura y el fuego.
– Los agentes bióticos. Los insectos xilófagos, los hongos xilófagos, los xilófagos marinos y las bacterias.
Para evitar la acción de estos agentes se utilizan protectores químicos formados por productos químicos con propiedades insecticidas, fungicidas y repelentes.
Utilizamos productos apropiados para conseguir la máxima eficacia y unos resultados optimos siempre respetando el medio ambiente.
Reglamentación Europea 852/2004 APLICACIÓN DE LOS PRINCIPIOS DE APPCC (Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico).